El proyecto, de Ulises Ruiz, aborda un problema puntual: construir algo donde sentarse. Para el desarrollo de la solución se optó por buscar algo diferente, crear una silla que funcione con dos apoyos dispuestos paralelamente.
Los materiales utilizados se limitaron a madera de pino y elementos de sujeción simple para su fácil construcción. La “silla” está compuesta de dos partes, las cuales funcionan bajo el principio de marcos de reciprocidad, cuya función es tanto soportar el peso como transmitirlo. Además al estar compuesta de dos partes, permite desmontar las mismas, lo que hace que sea fácil de colocar y fácil de almacenar.
En sí el proyecto es una estructura, la cual está dispuesta de tal manera que la transmisión de fuerzas producidas por el peso de la persona se encuentra sobre el punto de apoyo del soporte, lo cual produce una reacción inversa en la misma dirección del peso pero en sentido contrario (normal), llevando así a la anulación de las fuerzas, originando el estado de equilibrio estático.
Como resultado se obtiene una “silla”, que a diferencia de las ya conocidas, cuya finalidad es siempre soportar un peso (el cual es producido por el usuario), en este caso se invierte el problema, y se utiliza el peso como solución, aprovechando la fuerza de gravedad para conseguir el equilibrio de la misma sin necesidad de apoyar los pies.